domingo, 24 de mayo de 2009

PLaton y su ideal de gobierno.


EL ESTADO IDEAL La ontología de las ideas nos da la clave para entender el “Estado Perfecto” descrito por Platón en “La República”. Recordemos que la búsqueda de la perfección, la verdad y la justicia, luego de desengañarse de la democracia ateniense, fue el punto de partida de Platón. Con estas salvedades resulta comprensible todo lo que expone en laLa República con relación a lo que debe ser el es Estado, prescindiendo d ela realidad y de las posibilidades de llevarse adelante, en la práctica, la organización ideal del propuesto por Platón.
El Estado perfecto deriva, según George Sabine, de 2 tesis básica: 
Primero, un gobierno fundado en un conocimiento exacto, y, segundo, la comunidad política concebida como una mutua satisfacción de necesidades. Además esta perfección está asociada con la influencia de los pitagórico, en los frontispicios de la Academia decía: “Nadie entre aquí si no es geómetra”. Este Estado será matemáticamente perfecto. Sólo los sabios están habilitados para gobernar. A Platón, en esta obra, le interesa describir el Estado Ideal, el que conoce a través de la“reminiscencia”, prescindiendo de las realidades sociológicas e histórias.
En el Estado Perfecto hay 3 sectores o categorías, entre las cuales habría movilidad social: los
gobernantes, los guerreros y los artesanos.
Esta organización político y social está hecha a imagen y semejanza del hombre, en quien hay
una cabeza para pensar y dirigir, un tronco donde se encuentran todos los órganos vitalicios y el corazón para la defensa. Esta distribución conlleva la paz individual y social. Para la consolidación es preciso -comenta Chevalier- “que la cabeza(los gobernantes) mande, porque sólo ella sabe lo que es bueno para cada parte y para el conjunto, esto es, la virtud de laPRUDENCIA. Es preciso que el corezón (los guerreros) siga siempre las órdenes de la razón, ya tenga placer y facilidad, ya tenga dolor y peligro con su ejecución: esto es, la virtud del VALOR O FORTALEZA.Es preciso, en fin, que el alma concupiscible(labradores y artesanos) se deje gobernar y medir por la razón y el corazón que le obedece: esto es la virtud de laTEMPLANZA“.En tanto los tres sectores observen rigurosamente su propia virtud, reinará en lo individual y en lo social, la virtud suprema, fin del Estado Perfecto: la JUSTICIA.
A ésta, Platón, la considera una 
armonía superior, como la virtud del equilibrio, del orden, de la concordia que sitúa cada cosa en su lugar. Garantiza la supervivencia del lugar. Se llega a ella a través de la educación, a la cual Platón confiere un rol principalísimo.
Los gobernantes y los guerreros están sometidos a una vida cargada de exigencias. No pueden - a diferencia de los labradores- tener familia ni propiedad privada. No deben, tampoco, guardar oro y plata. A juicio de Vedia Mitre en esta 
idea de comunidad han influido los espartanos, vencedores en la Guerra del Peloponeso, que proscrbía el uso del oro y practicaban comidas en común.LAS FORMAS DE GOBIERNOEn tiempos de Platón, la clasificación tripartita (monarquí, aristocracia y democracia) ya había sido objeto de reflexión por otros autores (Heródoto, por ejemplo).
En Platón, hay ciertas particularidades. En primer lugar, el 
gobierno ideal es el gobierno de lossabios. Constituye -según Marcel Prelot- una verdadera “sofocracia” que, etimológicamente, significa “poder del sabio”.
Constituye una genuina aristocracia, cuando son varios los gobernantes. Si la sabiduría, como en el 
filósofo rey de “El Político” está concentrada en una persona, corresponde que el gobierno sea llamado “reino”. Estas son las formas puras. Luego vienen las que derivan de un proceso de paulatina corrupción.
Primero, 
la timocracia o timarquía: fundada en el honor, la ambición o la fuerza militar, en la que no se ha abandonado plenamente la sabiduría.
Segundo, 
la oligarquía: que significa “gobierno de pocos”, basada en la codicia del grupo que retiene el poder.
Después adviene, 
la democracia: que en la versión de Platón constituye un régimen de libertades desenfrenadas, anarquicas y licenciosas, sin respeto por las jerarquías y por los valores fundamentales.
El proceso culmina en el régimen más excecrable,
la tiranía: en la que se cambia la libertad por la esclavitud, se proscribe a los hombres valiosos, se favorece a la gente sin escrúpulos, se mata y se roba con impunidad y en el qeu todos qeudan sometidos a los caprichos del déspota.

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